La violencia del silencio

Hay veces que los silencios son necesarios, otras forzados pero también hay silencios utilizados como castigo



Llevo muchas semanas en silencio. Por falta de tiempo... y seguramente por falta de ideas que justifiquen un auto-robo de sueño. Así que en estos días en que la palabra violencia está en boca de todos, me gustaría aprovechar para escribir sobre el silencio como herramienta de castigo. También de como la negativa a hablar, y a obtener una respuesta, puede desembocar en violencias físicas.

¿Por qué nos cerramos en banda? En una sociedad como la nuestra, con una muy baja tolerancia a la frustración, el simple hecho que las situaciones, las personas o las ideas (o todo junto) no sean como nosotros queremos es un drama. Por esta razón utilizamos el silencio como castigo. Y, por esa misma razón, la ausencia de respuesta nos la tomamos como un auténtico insulto. Incluso cuando es involuntaria.

Desde pequeñitos hemos aprendido que la indiferencia es el peor de los castigos (tanto como un "no te quiero" verbalizado). Así que no descubro nada nuevo sobre las reacciones de auténtica rabia que nos genera el sentirnos invisibles. Pensad simplemente en la maldita doble rayita azul del WhatsApp. En este mundo digital, es peor que te dejen en visto que escupirte a la cara.


Pero ni a ti, ni a mí nos pagan por dialogar. A los políticos, sí. Confieso que a partir de estas líneas no voy a ser 100% imparcial, eso si alguien todavía cree que la objetividad existe. Soy independentista y, en estos últimos años, percibo que la respuesta del Estado español es solo una: la violencia jurídica y policial. Y no sólo contra los catalanes que nos queremos ir, también contra todo aquel que presuntamente atente contra el orden establecido. Os recuerdo que el gobierno catalán en el exilio tiene como compañero de viaje al rapero Valtonyc.

En cambio, el Estado no ejerce esta violencia con el franquismo. Más bien diría que es insultante la permisividad exhibida hacia la familia y los seguidores del dictador para que les hiciera menos pupita la exhumación de un golpista, de los de verdad, que provocó una Guerra Civil y 40 años de un régimen de terror y falta de libertades. Aunque el patético espectáculo nos dió momentos de auténtica parodia como las quejas de los familiares diciendo "esto es una dictadura...". ¡Tienen cojones!


En España no ha habido un auténtico juicio al franquismo. No sólo no se ha juzgado sino que sus herederos (y no sólo de sangre) siguen ostentando el poder. Pero ni se te ocurra subirte a un coche de los picoletos para disolver una concentración pacífica que te caen 9 años de prisión.

¡Ay, con las manifestaciones hemos topado! La falta de una solución dialogada a la demanda de un referéndum sobre la independencia de Catalunya, el silencio castigador de Pedro Sánchez, esa indiferencia general del Estado que se sabe propietario del monopolio de la violencia (la de verdad)... todo eso ha derivado en una reacción donde bastantes independentistas catalanes han abandonado el "lirio" y se han puesto a increpar a los súbditos reales, a tirar piedras y a quemar contenedores.

Beyonce se viste de amarillo y a golpe de bate limpio

No son infiltrados, como dijo el presidente-sustituto, muchos son jóvenes que quieren hacer la revolución. Y en los libros de historia pocos cambios se consiguen por las buenas. Mi duda es si son conscientes del precio que pueden llegar a pagar por una lucha de resultado poco cierto. Vuelvo a recordar que el monopolio de la violencia es del Estado (la policía) y, en este caso, también de los Mossos d'Esquadra, que tienen las competencias de seguridad y orden público en Catalunya.

No seré quien defienda ciertas imágenes absolutamente indefendibles de algunas actuaciones de la policía catalana (a los otros no les presupongo ningún tipo de profesionalidad después del 1-O). Pero tampoco me pondré al lado de los que piden la inhibición de los Mossos. Aún menos con el desbarajuste político que vivimos en las filas independentistas donde, ahí sí, se libra una batalla sin cuartel. Les pedimos a los Mossos que se quiten el uniforme y se pongan al lado del pueblo. En cambio, no exigimos a los políticos que desafíen abiertamente al Estado a riesgo de un nuevo 155 o, algo peor, como el ejército. No, encima, los jaleamos cuando cuestionan abiertamente la estrategia de orden público como si fuesen unos tertulianos cualquiera.

También aplaudimos a los jóvenes por jugarse el físico y algo más cuando acciones como hacer huelga indefinida o negarnos a pagar los impuestos al Estado seguramente tendrían mucho más impacto. Pero parece que las consecuencias económicas nos importan más que las lesiones que se lleven ellos de por vida. Si quemas un container después de un partido de futbol es peccata minuta pero las hogueras post 14-O comportan daños, atentando a la autoridad, lesiones, desórdenes públicos y ahí tienes prisión preventiva u órdenes de alejamiento.

El Estado sólo tiene una respuesta. 

Por eso me atrevo a decir que si nos creemos la independencia de Catalunya, tal vez empieza a ser hora que empecemos a actuar con sentido de Estado y entonces...
  • No podemos declarar la República y seguir actuando como una autonomía, esperando a que Europa o el mundo nos salve el culo. 
  • No podemos ganar elecciones bajo el compromiso de llevar Catalunya a la independencia y no tener preparadas ni leyes ni estructuras que nos faciliten ser un Estado.
  • No podemos llegar al gobierno bajo la promesa de estar de paso mientras los titulares legítimos están en prisión o en el exilio, y dedicarnos a una lucha fraticida por el poder.
  • No podemos tener dos años para preparar la respuesta a una sentencia que sabíamos temible y dar la imagen de desbarajuste que estamos dando. 


Pero, claro, nos estamos peleando entre nosotros y para disimular le echamos la culpa al otro. Que tiene culpa, y mucha. Pero de eso, ya he hablado.


Y, en el ámbito policial, a no ser que pensemos que somos Suiza, tenemos que tener un cuerpo de policía con unidades antidisturbios incluidas. Porque, como buenos mediterráneos que somos, estamos muy lejos del país donde hacen un referéndum cada fin de semana pero no han ido a una manifestación en su vida.

Aquí  voy a hacer un apunte antes de seguir que me estoy poniendo muy trascendente. Suiza está en el TOP-5 de Estados europeos con menor número de agentes de policía por habitante, junto a mis queridos vikingos de Islandia, Suecia, Dinamarca y Noruega.

Y aprovechando la excusa vikinga... Rollo

Dicho esto, sí reclamo un debate sobre si quienes forman parte de esas unidades antidisturbios (que se suponen de élite) tienen el perfil adecuado o son tan rabiosos como cualquier hijo de vecino cuando se siente atacado. Los que no tengan aguante o los que tengan ganas de dar palos, no son bien recibidos, gracias.

Una última licencia, menos carnal que la vikinga.

Dejadme imaginar un mundo ideal donde ni el silencio ni la indiferencia son las armas que utilizan los que no disparan pelotas de goma. En ese mundo jamás desaparecen los impulsos naturales con los que nacemos: los del amor-compasión, la sabiduría, la creatividad y la libertad. Recordad a las criaturas que se abrazan los unos con otros, comparten sus cosas, exploran el mundo con ansías de conocerlo, pintan animales fantásticos y hacen siempre los que sale del unicornio.

Después llegamos los adultos y les empezamos a regañar como si no hubiera un mañana para imponer normas como la desconfianza al desconocido o el odio al diferente.


Tras el deseo, una contradicción. Los que sí se merecen el auto-castigo del silencio son los que están todo el día pontificando en Twitter y muchos medios de comunicación. Lo del "tuister" no tiene nombre y sería muy largo de vomitar. En el caso de mis compañeros de oficio, decidles que puestos a buscar el sensacionalismo fácil y sesgado, pues mejor calladitos. Como periodista no creo en la objetividad porque es una utopía pero sí creo en la profesionalidad y eso siempre se consigue escuchando a las diferentes partes implicadas.

Sí, Ferreras, especialmente va por ti

Llegados aquí, paro de escribir. Lo reconozco, me ha salido un post denso y no apto para ofendiditos de una y otra parte.

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