Convirtámonos todos en cuidadores, los unos de los otros, y aprendamos a movernos en manada de una manera diferente. En la adaptación está la llave de nuestra supervivencia.
Los paseítos de una hora diaria me están haciendo una mujer más sabia. Si lo sumo a lo aprendido en 60 días de confinamiento, estoy en nivel tertuliana todo terreno.